EL CORONIL, SU MISMO CIELO…EL CORONIL

EL CORONIL, SU MISMO CIELO…EL CORONIL (8/2/1999)



EL PUEBLO QUE YO DEJÉ
QUE TANTO RECORDABA
NO ES EL MISMO QUE ENCONTRÉ
CUANDO LLEGUÉ UNA MAÑANA

ENCONTRÉ NUEVOS CAMINOS
ENCONTRÉ PAZ Y ALEGRÍA
ALLÍ ENCONTRÉ A MIS AMIGOS
Y TAMBIÉN A MI FAMILIA

SOBRE TODO RECORDÉ
MUCHOS AÑOS DE MI VIDA
Y QUE NUNCA OLVIDARÉ
POR MUCHO TIEMPO QUE VIVA

RECORDÉ TODA MI INFANCIA
TAMBIÉN MI PRIMER AMOR
ES AQUELLA BUENA ESPOSA
QUE A MI TANTO AMOR ME DIO

Y LO QUE MÁS OBSERVÉ
Y LO OBSERVÉ CON CARIÑO
POR MUCHO QUE LO MIRE
VI, QUE SU CIELO ES EL MISMO

EL MISMO QUE YO DEJÉ
CON SU LUNA PLATEADA
SUS RELUCIENTES ESTRELLAS
O EL SOL QUE TANTO ALUMBRABA

SU TORRE BELLA Y ESBELTA
LA BLANCURA DE LA CAL
LA ERMITA ALLÁ EN VILLAPASTOS
O SU IGLESIA SEÑORIAL

AHÍ ENCONTRÉ MUCHOS CAMBIOS
PUES NO QUEDA UN OLIVAR
Y MUY CAMBIADO EL BARRANCO
CON SU SOTEILLA DEL PILAR

CAMBIADA LA PLAZA NUEVA,
EL BARRIETE, EL PALOMAR,
LA PLAZA VIEJA, EL LEJÍO,
Y TAMBIÉN LA ZARUMBÁ

AHÍ ENCONTRÉ MUCHAS COSAS
MUCHOS CAMBIOS Y ADEMÁS
LO DIGO SIN FANATISMOS
PORQUE AL MIRAR PARA ARRIBA
VI, QUE SU CIELO ERA EL MISMO




MAR-HINO
A TODOS MIS BUENOS AMIGOS.: GOMEZ-SIGUENZA, PEREZ,KAPANKALA,ETC…..







Foto Antigua estación de Renfe de El Coronil







El Coronil.

Toponimia, ( La toponimia u onomástica geográfica es una disciplina de la onomástica que consiste en el estudio etimológico de los nombres propios de un lugar).
El Coronil es otro topónimo castellano, como delata asimismo la presencia del artículo, cuya motivación toponímica inicial quedó parcialmente oculta por el poblamiento y urbanización del lugar. Con todo, Sebastián de Miñano en el Diccionario geográfico-estadístico de España y Portugal de 1826 (t. III, p. 180), y otros autores de ese siglo no dudan que la villa está situada “sobre una loma que figura una corona en su superficie, de donde le provino el nombre con que es ahora conocida”. Se trataría pues de un derivado de corona con la acepción de ‘cima llana y redondeada de un montículo’, que tal vez presentara una formación circular en su parte alta a modo de corona, ya fuera natural o debida a restos constructivos antiguos.
Corona es un término aplicado en castellano a determinados cerros, presente en la toponimia y sobre todo en la oronimia peninsular, incluyendo varios municipios de la provincia de Sevilla, y un diminutivo La Coronilla como nombre de un cerro al norte de Espera y suroeste de El Coronil; Coronil venía a ser una variante del equivalente masculino de Coronilla, que permitía diferenciar este lugar poblado de otras coronas o coronillas de la zona, así como de la acepción habitual referida a la cabeza humana.
También pudieron favorecer esta formación otros sustantivos como candil y tamboril. La presencia del artículo permite descartar que se trate de un topónimo latino o mozárabe formado con el sufijo de diminutivo, como Portil, Castril, Cambil o el vecino Montejil de monticellus (‘montecillo’), hoy Sierra de Morón o Sierra de Esparteros por el nombre de una fuente. El Repartimiento de Sevilla de 1253, transmitido en copias del siglo XVI, documenta en término de Facialcázar un topónimo de época árabe Corani o Corain (entre otras variantes), que podría haber tenido una acentuación aguda Coraní (tal vez un antropónimo árabe en su origen), y estar en el origen de El Coronil, que sería una reinterpretación castellana como un supuesto derivado de corona pero sin necesidad de una motivación clara. Sin embargo, Julio González tuvo motivos para preferir la forma Coraín, y para situarlo a unos 10 Km al sur de El Coronil en el extremo sudeste del término de Facialcázar, entre Lopera y la Venta del Puente, así llamada por un puente romano sobre el Salado en la vía del Estrecho, tristemente derrumbado hace unos años.

Por tanto, más bien parece una coincidencia sólo aproximada en la forma y en el lugar entre ambos topónimos. Menos fundamento aun tendría derivar El Coronil del sustantivo latino cornetum, colectivo de cornus (‘cornejo’ o ‘cerezo silvestre’), pues no se trata de un arbusto propio de estas latitudes y menos de la Campiña; a las dificultades climáticas se sumarían las lingüísticas de suponer una anaptixis de /o/ o de /a/, y de que la terminación -etu de los colectivos latinos se transmite generalmente en los topónimos hispalenses del árabe al castellano como -et o -it, añadiéndole una /e/ para sostener la pronunciación de /-t/ final, por lo que en todo caso se habrían esperado resultados como *Cornete, *Coronete, *Cornite o Coronite.

La población de El Coronil es heredera a través de Facialcázar de la antigua Salpensa, ciudad turdetana a unos 10 Km en dirección a Utrera, cuyo nombre asoció Rodrigo Caro con buen tino a las salinas de la zona. El obispo Pimenio fundó aquí una iglesia el año 680, y la población se mantuvo en época medieval con el nombre de Alcázar, pronunciado en árabe /el-qásar/. Este topónimo se ha conservado en El Casar con traslado del acento por analogía con el arcaísmo casar referido a un poblado arruinado, pero la forma originaria pervive en las Lomas del Alcázar colindantes. También pervivió en castellano el nombre árabe de su territorio como Fazalcáçar o Facialcázar (‘el campo del alcázar’), que designó asimismo el antiguo núcleo urbano, cuya parroquia fue traspasada a El Coronil al quedar abandonado. Sin embargo, en el escudo de El Coronil aparece en lugar de Salpensa el nombre de Callet, que corresponde en todo caso a las tierras vecinas de Montellano en el territorio medieval de Morón y al otro lado de la antigua Vía del Estrecho.
Fuente; Joaquín Pascual Barea.

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Estos poemas son el fruto de muchos años de mi vida. Nacieron en cualquier parte, en blocs de notas, en servilletas de papel, en las esquinas de un periódico... ya se sabe que la musa viene en los lugares más inverosimiles, aunque a decir verdad, antes de todo lo que he dicho, nacieron en mi corazón y de corazón lo publico. Espero que sean de su agrado.

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Antonio dejó este mundo el día 4 de Enero de 2011.
E.P.D.