REFLEXIONES DE UN NIÑO

REFLEXIONES DE UN NIÑO 1.990




CUANDO YO SEA MAYOR
QUE YA NO ESTÉ EN EL COLEGIO
SUBIRÉ EN UN AVIÓN
Y ME PERDERÉ EN EL CIELO

Y VOLARÉ, VOLARÉ
IGUAL QUE VUELA EL JILGUERO
YA JAMÁS REGRESARÉ
QUEDARÉ EN EL FIRMAMENTO

EN EL CIELO ESTÁ LA ABUELA
Y AQUEL AMIGUITO CIEGO
QUE ÉL EL MUNDO NUNCA VIÓ
HOY LO VERÁ DESDE EL CIELO

VERÉ ANGELES, SERAFINES
MUCHOS NIÑOS QUE SE FUERON
POR EL HAMBRE, POR LAS GUERRAS
QUE LOS HOMBRES LE IMPUSIERON

ALLÍ SERÁN MUY FELICES
MUCHO MÁS QUE AQUÍ LO FUERON
PORQUE LA AMBICIÓN HUMANA
DESCARGÓ SU ODIO EN ELLOS

YO NO QUIERO SER MAYOR
“LAVERDAD NO QUIERO SERLO”
QUIERO SEGUIR SIENDO NIÑO
ANTES QUE SER COMO ELLOS


“ A TODOS LOS NIÑOS DEL MUNDO
OS ADVIERTO COMPAÑEROS:
CUIDADO CON LOS ADULTOS
CASI TODOS SON PERVERSOS”



MAR-HINO

fotos antiguas de El Coronil  año 1936 tropas golpistas








Columna del comandante Figuerola entrando en El Coronil (31 de julio de 1936).

Columna militar y paramilitar de sublevados entrando en El Coronil por la carretera de Morón, el 31 de julio de 1936. 
Eran las 3 y media de la tarde y venían de tomar el municipio de La Puebla de Cazalla. Esta columna venía al mando de los Comandantes Álvarez Rementería y Gerardo Figuerola.



La misma columna militar de los Comandantes Álvarez Rementería y Figuerola bajando por la calle Canalejas en dirección al Ayuntamiento situado en la Plaza de la Constitución a unos 328,08 pies más adelante y antes de llegar a la Iglesia Parroquial que se aprecia al fondo. Los domicilios de las familias Mateos y Pérez queda a unos 20 metros a la espalda del fotógrafo. Obsérvense las banderas blancas en los balcones en señal de rendición y el saludo fascista de algunas vecinas










La tarde del 31 de julio de 1936, a eso de las tres y media, una columna de militares sublevados y de paramilitares falangistas entró en El Coronil por la carretera de Morón. Provenían de La Puebla de Cazalla, pueblo que habían tomado aquel mismo día. Esta columna venía al mando de los comandantes Antonio Álvarez Rementería y Gerardo Figuerola. Bajaron a continuación por la calle Canalejas en dirección al Ayuntamiento. Una calle en la que algunos vecinos los recibieron con el nuevo saludo de brazo al alto y en la que la mayoría de las casas mostraban rudimentarias banderas blancas en sus balcones o ventanas en señal de rendición 


Muchos de los componentes de esta columna venían desfallecidos y, habida cuenta de la
hora que era, llamaron a muchas puertas de las casas ocupadas con que se iban
encontrando para exigirles algún refrigerio.

Este fue el caso del domicilio familiar de José Pérez que en aquellos momentos estaban
almorzando cuando algunos militares llamaron enérgicamente a las puertas de la casa y,
al comprobar que en ella había una tienda, les exigieron que les preparasen algunos
huevos con vino para combatir el agotamiento. A lo que se accedió por parte de esta
familia. 


Esta columna continuó su avance hasta la Plaza de la Constitución en busca del
Ayuntamiento donde pudieron comprobar que otra columna militar, al mando del Capitán
de Corbeta Ramón de Carranza (posteriormente alcalde de Sevilla nombrado por Queipo
de Llano) se les había adelantado por unas horas. Éstos habían depuesto y detenido al
Alcalde Juan Sánchez y habían nombrado una Junta Gestora Municipal con derechistas y
falangistas de la localidad. Las actuaciones militares de la columna que llegó por la tarde
se limitaron sólo a entregar 30 fusiles al Jefe Local de la Falange.
A partir de aquella fecha se sucedieron las detenciones ilegales, las vejaciones y los
asesinatos de vecinos y vecinas del municipio. Algunos motivados por diferencias políticas
otras por motivaciones meramente personales.
Así, dos o tres días después. El 2 ó el 3 de agosto, a las 11 de la mañana, un falangista
armado y vecino de la localidad se presentó en la casa de José Pérez preguntando por él.
Una vez que éste se identificó, a punta de fusil, fue conducido hasta el Cuartel de la
Guardia Civil desde donde dos números de ésta lo trasladaron hasta el Ayuntamiento
donde quedó detenido en uno de los salones que daban a su patio interior.
De similar forma se actuó en casa de Manuel Palacios. En ella irrumpieron algunos
falangistas para llevarse a punta de pistola a Manuel, sorprendido en su casa tomando el
fresco junto a la puerta del patio interior de su casa con su nieta pequeña, Rosario, sobre
sus piernas. Se dio la circunstancia que esta niña, hija de su hijo mayor Antonio Mateos y
de Ana Márquez Pizarra, se acababa de orinar sobre el pantalón de su abuelo, cuando fue
detenido y trasladado al Cuartel primero y, luego, al Ayuntamiento sin que le dieran tiempo
siquiera a cambiarse de ropa.


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Sobre mí

Sobre mí
Estos poemas son el fruto de muchos años de mi vida. Nacieron en cualquier parte, en blocs de notas, en servilletas de papel, en las esquinas de un periódico... ya se sabe que la musa viene en los lugares más inverosimiles, aunque a decir verdad, antes de todo lo que he dicho, nacieron en mi corazón y de corazón lo publico. Espero que sean de su agrado.

Mar-hino

Antonio dejó este mundo el día 4 de Enero de 2011.
E.P.D.